'How am I to get in?' Asked Alice
Quien mama de loba funda ciudad.
Pero también, las miles de mujeres de negro, arrodilladas a la puerta de cada iglesia, mirando al suelo, limando suelos, puestas allí por caridad. Son rumanas estampas: con niño amamantando, con niño durmiendo, con niño cargando y, siempre, con niño pidiendo. Roma son los niños gitanos tocando el acordeón un domingo por la mañana por caridad.
Y nadie hace nada.
Ni esos machotes carabinieris untados en Armani hasta las cejas que se fuman un cigarrillo mientras llaman a su ragazza y cuidad de que no atenten en la embajada. Porque en Roma se pueden ser y hacer más de una y de dos cosas a la vez.
O no hacer nada. Limosna 100%.
Hasta Roma puede ser una japonesa cuarentona que mira hacia el Castillo de Sant Angelo y que se pregunta (y me pregunta) porqué venden tantos trípodes al lado del río. Yo no contesto, me fumo un cigarro y disparo. Cien fotos por jornada.
Y cerca el Vaticano y esos secretarios personales, estilosos, elegantes de negro, con esos maletines de piel, ¿qué llevaran? Importantes documentos o poderosas herramientas de flagelo sexual.
Son casi las dos y me voy a comer con Belén. Porque, ante todo, Roma es Belén. Y su independencia moral: de esto ni se toca, de esto me pones cuarto y mitad.
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