Esta mañana viajaba en el autobús, sentada junto a mí, una mujer con las piernas de barro. ¿Y si llueve qué? Es lo primero que se ha preguntado todo el mundo, sin prestar la más mínima atención al milagro de la ciencia o de la imaginación que soportaba a esas preciosas piernas de barro.
Si hay algo milagroso es lo duro que se pone con el calor.
Muy bonita la entrada.
Yo, el otro dia, mientras tomaba el sol tumbada en el parque, me converti en una figura de arena.
Y cuando la brisa soplo, todo mi cuerpo volo por el aire, esparciendo las particulas en todas las direcciones.
Me descumpuse en un cielo azul radiente y ya no tuve que pensar en nada mas.