Todos estos últimos acontecimientos vividos me hacen pensar en ti, en lo poco que comía tu canario y en lo mucho que se drogaba el pirado de tu vecino, el que se sacaba la poya cada noche y se la menea viendo el teletienda; los acontecimientos vividos en las dos últimas noches que me he ido de marcha hasta el final de la noche de esta ciudad aparentemente en paz, pero con una guerra diferente tras cada esquina, con esos chicos y esas chicas que ignoran a Céline y a sus hijos de trinchera: ya no suenan The Doors ni el la gramola de aquel hijo de un inspector de hacienda que parecía un recién llegado de Los Ángeles; estos acontecimientos apuntan a una nueva droga de diseño que te deja gilipollas a la primera de cambio, a la primera en primavera, a la primera en mayo, que te saca una espumosa de la boca con cero por ciento de alcohol y que, sin vinagre ni anestesia, te clava la lanza en el costado y a sufrir en casa como un nazareno cualquiera.
Los ultimos acontecimientos vividos me hacen pensar que has perdido el norte hace tiempo, bien por Will, bien por Will!!! bien por ti.