Aniversario: sigo igual, que no me lo creo que ni yo.
Un año más con los juguetes, podríamos ser los Reyes, o los padres. Otro hermano enano se coloca, no quiero saber qué es... Señor Chinarro sigue siendo el artista que mejor me hace sentir. Nada nuevo en
altamar. El año pasado, por estas fechas, estaba empezando a incubar una terrible gripe poco trivial, pudo ser aviar, que casi me provocó una muerte muy elegante: mi cuerpo raquítico, la cara afilada y terribles grietas en los labios. Pero ahora estoy mejor. Peor ahora, que estoy mejor. Qué más me da. Me das, me da.
Un año más. Que se acabó. Creo que fue el del intento de Jodorowsky. Uno que entra: el de Houellebecq, que se confiesa infeliz como una lombriz.
Una promesa sencilla: empezaré el año con Chivas Regal reserva 12 años y banda sonora original:
Rubén López cantando autor de nostalgias envasadas al vacío. Tres años ya en esta ciudad.
Y cómo no, despedida y cierre habitual, con remordimientos pero con cierta satisfacción. Como la canción de transistor:
pero me queda dignidad, no compro ratas a millar, me queda dignidad.
LOVE FOR ALL OF YOU.
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