Rugido de alcanfor es el paseo de la pareja china, ella y él en ventosa y fina piel. Me miran a los ojos y con dificultad consigo comprender. [...] Desequilibrarán el mundo sin remedio.
Adicto en su rutina - C Índico.
Me decía mi primo Ángel que si los chinos empezasen cada día a limpiarse el culo con papel los bosques se extinguirían en un par de diarreas.
Creo que la conclusión no va a ser tan exagerada, sí más grave, aunque un poco más dilatada que dos diarreas. Esa especie de satisfacción estúpida que nos da el capitalismo a los ciudadanos del primer mundo le sirve, a modo de aceite y mordaza, para engrasar el mecanismo y que no chirríe, no lo tienen allá, en la China; no les es necesario.
Todo esto, en realidad, no me importa lo más mínimo, solamente quería explicar la diferencia entre la mentira y el miedo como medios utilizados para llegar a un mismo fin. Aunque sí señalaría que, en este ejemplo, el vehículo de la mentira, que es más generoso con el engañado que el del miedo con el atemorizado, puede que sea menos efectivo: China engorda sin parar y no tendrá nunca que rendir cuentas a la báscula.
Mentira y miedo van de la mano, no importa si el mundo es capitalista o comunista.
La mentira es la herramienta del miedoso, hay que ser muy valiente para aceptar la verdad y pocos son los capaces.
Me llaman mentirosa y si, no soy china.